viernes, 29 de agosto de 2014

19 presos en huelga de hambre en la cárcel de Senillosa (Nequén/Argentina):

Reclaman que no están recibiendo educación, que la comida está en malas condiciones, que pasan frío, no hay calefacción, y que a sus familiares les cuesta un triunfo llegar hasta allí. Mientras las autoridades vienen vendiendo desde tiempo las características “europeas” y “lujosas” de la nueva prisión en Senillosa, inaugurada el pasado 1 de julio, la realidad es que las condiciones son pésimas. Uno de los reclamos está basado en que no pueden continuar con sus estudios, ya que se interrumpió el dictado de clases para el ciclo superior y los talleres no funcionan. El impedimento de contacto con sus familias es también un método de tortura, sea por el motivo que fuere. La medida tomada casi por la mitad de los presos encerrados en el nuevo edificio carcelario comenzó el lunes pasado y continuará hasta que reciban una respuesta a sus necesidades.


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