viernes, 14 de marzo de 2014

Despedida de Berkin Elvan joven de 15 años turco muerto a causa de la intervención policial:

Esta foto que podéis observar es una imagen de la despedida de Berkin Elvan el pasado miércoles 12/03/2014. Este chico es el octavo fallecido a raíz las protestas del parque de Gezi.
Este chico ha muerto a los 15 años de edad tras permanecer 269 días en coma a causa de recibir el impacto de un proyectil de gas lacrimógeno en las protestas del pasado mes de Junio.




El tabú de las muertes bajo custodia policial:

Familias de personas que han fallecido bajo custodia y defensores de derechos humanos denuncian el largo período para que estos casos sean investigados y la presunción de veracidad de las declaraciones policiales.

“Diego Viña es ingresado en los calabozos del cuartel de la Guardia Civil (GC) tras una detención ilegal, ya que no existían indicios de delito. A esta circunstancia se suma el hecho de que la GC se negó a administrarle tratamiento médico y su traslado a un centro sanitario; además desconectaron las cámaras de videovigilancia del calabozo en el que se encontraba Diego”, explicaban en una nota de prensa la Comisión de Denuncia de Galicia (CDG) y la Coordinadora Estatal de Solidaridad con las Personas Presas (CESPP) el día que las pruebas testimoniales y periciales fueron presentadas en el proceso de responsabilidad patrimonial que se ha abierto en la Audiencia Nacional (AN) por su muerte.
Ese mismo día, familiares de otras personas fallecidas bajo custodia policial y defensores de derechos humanos se concentraban en Madrid para denunciar las muertes que se suceden bajo custodia policial y la dificultad para que éstas sean investigadas de forma rápida y efectiva. “Por fin hay una unión familiar y de afectados, que somos los que tenemos que tener la palabra. Siguiendo el ejemplo de las Madres de Plaza de Mayo, queremos visualizar este problema”, explica Fran del Buey de la CDG. De esta forma, tanto en abril como en mayo, familiares y amistades de Diego Viña, Xosé Tarrio, David Chacón, Miguel del Buey, Antonio Pallas y David Blanco [ver recuadro inferior] se han unido a las últimas visitas a los juzgados que la defensa de Viña ha realizado. “La unión hace la fuerza, y esto es fundamental cuando el Estado nos quiere tapar la boca. De estos casos no se habla en ningún sitio, en los grandes medios se ignoran porque no interesa. Somos basura para ellos”, explica Ermita García, madre de Antonio Pallas, que reconoce que desde que su hijo fue asesinado ya no tiene ganas de seguir viviendo. “Nuestra ilusión es juntar a todas las madres y realizar una marcha a Instituciones Penitenciarias, en Madrid, pero la gente no responde lo suficiente. Tienen miedo”, se lamenta Dominga Pastora, la madre de Tarrio, que se muestra esperanzada, ya que en el caso de Viña todo indica que se va a acabar juzgando a los acusados. En este caso, a su padre y a algunos de sus compañeros del cuartel de la Guardia Civil donde falleció en 2004.

sábado, 8 de marzo de 2014

Charla de los padres de David Blanco en "La Manzorga":

Nos vemos hoy a las 20:00h en "La Manzorga" local situado en el bajo de la C/Carmen Nº 20 de Gijón.
Llevaremos camisetas en apoyo al caso, en colores blanco y negro a 9 euros la unidad, si alguno de los asistentes está interesado en adquirirlas allí las podrá encontrar.
Allí nos vemos.
Un abrazo.


Para ampliar la información sobre las camisetas pincha aquí

jueves, 6 de marzo de 2014

Cambio de horario en la charla del sábado día 8 de Marzo en La Manzorga:

***ATENCIÓN***
El comienzo de la charla del sábado día 8 de Marzo en La Manzorga, Gijón, se retrasa una hora para no incidir en la manifestación que se va a desarrollar en Gijón esa misma tarde.
Allí nos vemos.

miércoles, 5 de marzo de 2014

Cartel de la charla del sábado día 8 en La Manzorga:


Para obtener más información sobre la charla pincha aquí

Continúa hoy el juicio a cinco policías acusados de abusos sexuales a varias personas internadas en un CIE:

La Sección Tercera de la Audiencia de Málaga tiene previsto retomar a partir de este lunes el juicio a policías nacional acusados de presuntos abusos sexuales a mujeres del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de la capital malagueña. Así, la vista oral continuará con la declaración de testigos, algunos de ellos también agentes del mismo cuerpo policial.
El juicio comenzó el pasado mes de octubre con las cuestiones previas y la última sesión celebrada hasta ahora fue el pasado 6 de febrero. Así, para este próximo lunes día 3 de marzo está previsto que declaren cuatro testigos. Según las previsiones hasta ahora, la vista oral continuará los días 5, 6, 11, 12, 13, 17, 18 y 24 de marzo y los días por determinar.
Los hechos investigados sucedieron entre junio y julio de 2006. El fiscal pide en total 27 años de prisión para los cinco procesados. Según su escrito provisional, los acusados organizaron en el CIE en los turnos de trabajo de madrugada "cenas fuera de las habitaciones con las internas en las que bebían bebidas alcohólicas que facilitaban los agentes".
Asimismo, esta acusación pública apunta que "se intimaba con las internas, a las que se les invitaba a asistir a cambio de comida, bebida, tabaco, regalos o usar el móvil", al tiempo que se indica que se creaba un "ambiente relajado de disciplina" que "los procesados buscaban para luego, si llegaba el caso, satisfacer su ánimo libidinoso con las internas".
En este ambiente, señala el ministerio público en sus conclusiones iniciales, supuestamente llegaban a mantener, en algunas ocasiones, relaciones sexuales. Se considera que los acusados actuaron "prevaliéndose de su condición de policía" y se pone de manifiesto que se habría concretado la existencia de ocho actos con trascendencia penal.
En algunos casos, los agentes se dirigieron a las internas, testigos protegidos en la causa, y "se les insinuaron sexualmente", con caricias, rechazando siempre éstas la situación, según se precisa en el escrito de calificación. Otras veces, presuntamente llegaron a tener relaciones sexuales a las que las mujeres habrían dado "su consentimiento por la condición de autoridad" de los procesados.
La Fiscalía de Málaga acusa a los procesados de delitos de abuso sexual con consentimiento viciado, en dos de los casos con acceso carnal, y solicita para ellos diferentes penas de prisión, según la supuesta participación que tuvieron en los hechos, que oscilan entre los dos y los 10 años de cárcel. Todos los acusados han negado los hechos.
El responsable policial que se encargó de la investigación declaró que se encontró "un hilo conductor coherente" en las declaraciones de las mujeres; apuntando que "todo lo que aparecía en esas manifestaciones se intentó comprobar". Una interna aseguró en el juicio que la mujeres aceptaban ir a fiestas y, a veces, mantener relaciones porque si no lo hacían "no nos trataban igual".
Por su parte, una limpiadora del CIE compareció y dijo que ella no vio nada extraño en el tiempo que estuvo trabajando allí, a donde acudía los fines de semana, insistiendo en que no se encontró ni preservativos ni restos de fiestas o alcohol en las dependencias. También declaró otra limpiadora, que dijo no recordar bien lo sucedido.
Asimismo, el que fuera jefe de grupo de los agentes acusados, que fue detenido inicialmente pero quedó fuera del proceso, aseguró que en el interrogatorio que le hicieron cuando fue arrestado sufrió "acoso" y "tales coacciones" que "hubiera firmado cualquier cosa".

Cuando el estado te orilla al suicidio; el caso Patricia Heras:

La amarga historia de Patricia Heras empieza como esos guiones de Hollywood, donde los policías mienten, los ciudadanos miran para otro lado, los jueces bostezan, los carceleros corrompen y los presos esnifan hasta los polvos de talco. Mientras, la víctima inocente contempla más allá de la desolación y el espanto, que se está “comiendo un marrón” del que apenas sabe nada, salvo que acaba de entrar en el infierno. Y que gritar la inocencia en una cárcel es como leer la Biblia en un prostíbulo; gimnasia intelectual.
Pero en las películas de Hollywood que tratan historias como la que le ocurrió a Patricia Heras en Barcelona siempre aparece, ya bien avanzada la cinta, un personaje positivo. Un abogado, un juez despierto, una periodista sagaz, incluso un funcionario de prisiones digno que asume “un exceso de celo” -desde que Talleyrand instituyó el “jamás demasiado celo”, el exceso de celo es de una radicalidad revolucionaria- defendiendo al inocente y sacando poco a poco, secuencia a secuencia, la verdad de la historia. Es entonces cuando la víctima del “marrón”, humillada y ofendida, recupera la normalidad y los espectadores pueden volver a casa con la sensación de vivir en una sociedad difícil, pero donde no cabe el pesimismo. Siempre me impresionó que los contratos de los directores de Hollywood tuvieran una cláusula sobre los finales de sus películas. Los decidían los productores.
Eso es el cine y la historia de Patricia Heras es la vida. Aquí no aparece un Gregory Peck que salva a la víctima injustamente acusada, sino al contrario, esta es una historia sórdida, de seguro que muchas veces repetida pero que tiene una componente que la convierte en singular. La protagonista, con toda seguridad, era un ser excepcional, sensible, independiente, inteligente y culta. Quizá insegura, pero hasta eso sería un síntoma de talento. La gente segura es peligrosa porque se aferra a las certezas, y las certezas, o son mentira o caducan.
Yo no tenía ni idea de quién era Cindy Lauper, jamás la había escuchado. Ahora lo sé, a mi pesar, gracias a Patricia Heras. Era una viernes, a principios de febrero de 2006, y entre broma y chiste a Patricia se le ocurrió que le cortaran el pelo a lo Cindy Lauper, pero pasándose; una cabeza de mujer en dados, cuadraditos, entre el dos y cero, con blancas y negras como el tablero de ajedrez, y vestirse en revoltijo, que se decía antaño, con una malla bajo el sujetador, y a gusto y placer. Si hay algo que afirman quienes conocieron a Patricia Heras es que “el vestirse, su apariencia, era un modo con el que nutría de significado su estar en el mundo”.
Y se fue de fiesta con su amigo Alex, y comieron, bebieron, fumaron e hicieron todo aquello que les apetecía hasta la madrugada, que agarraron la bicicleta y se pegaron un toba en esas zonas de la Barcelona-Sur-Mer que uno debe evitar a ciertas horas y ciertas noches. Un incidente, nada importante; una brecha en la cabeza, el chico, y algunos magulladuras ella, eso sí, con mucha sangre, tanta como para llamar a una ambulancia, que llegó algo tarde, como suele suceder, y que les trasportó con un detalle añadido de buena crianza, permitiéndoles meter la bicicleta dentro. Es importante la bicicleta, al menos yo se la doy en esta historia, porque desaparecerá con menos rastro que la inocencia.
Tienen la mala fortuna de que les lleven al Hospital del Mar y ahí da comienzo la pesadilla. Allí coinciden con varios detenidos tras los incidentes del desalojo de una casa de okupas en Sant Pere més Baix, y con los urbanos indignados porque varios de los suyos están heridos. Uno de ellos quedará parapléjico. En la sala de espera del hospital acaban todos sumados. ¿Acaso una chica con esa pinta no pertenece a la misma cuadrilla de okupas? El relato que ella misma hará de la situación en la que se ve metida pertenece al género de la picaresca trascendental. Patricia esperaba que le hicieran una radiografía para comprobar si el golpe había dejado secuelas, y acaba esposada y sin bicicleta.
Lo que viene luego es muy vulgar, tanto como la brutalidad. “De repente aparece un tipo con un pasamontañas tapándose le cara y cámara en mano me empiezan a grabar, dura unos minutos en robarme el alma y cuando termina de filmarme me da por hablar. De nuevo les explico que todo es un error, que nosotros hemos tenido un accidente de bici”. Ya no hay bicicleta, ni noche de farra y alegría, ni accidente fortuito sino una culpabilidad por homicidio, imagino que en grado de tentativa. Ya es reo de la justicia, da lo mismo que lo expliques en castellano, catalán o arameo. Estás perdido. ¡Y con esa pinta! “Mi corte de pelo es el más famoso de la ciudad. Parece increíble pero me acusaron de homicidio por mi pelo”. Entonces lo único que se te ocurre es poder salir de ese fin de semana terrorífico y poder irte a casa a duchar, a mirar por la ventana y a pensar que la pesadilla ha terminado. Pero no es así, por mucho que expliques la bicicleta y el golpe y la ambulancia y la sala de espera del Hospital del Mar, estás perdido. “Ahora pienso lo bien que me hubiera venido ver alguna de esas películas sobre juicios y menos ciencia ficción, ya me lo decía mi madre”.
Patricia Heras entró en la cárcel acusada entre otras cosas de haber lanzado una valla metálica a un policía municipal, cosa que nadie, con sólo ver su aspecto y su figura, podría creer. Pero la bola siguió y su historia de la bicicleta debió de convertirse en un chiste carcelario. Entró en la prisión de Wad-Ras y escribió un dietario impresionante por su lucidez irónica. La convivencia en una cárcel de mujeres contada por una chica que sabe escribir: “No he perdido mi capacidad asombrosa de abstracción con lo cual no he perdido la sonrisa ni el buen humor, sólo perturbado por un increíble atasco intestinal”.
Le cayeron tres años. El Supremo los confirmó. “Lo más duro son las entrevistas con la Junta de Tratamiento -la que debe aprobar si pueden concederle el tercer grado-. Duele escuchar que si no reconozco mi delito no tengo voluntad de reinserción, ni arrepentimiento; hoy me ha dicho el psicólogo que eso es propio de psicópatas”. Cuando le permiten salir e ir a dormir a la cárcel, no hay unanimidad en la Junta. La jurista del grupo le dice textualmente “te perdonamos que seas de Madrid”, y ella escribe, alucinada, “creo que con eso ya me lo dijo todo”. El que pone más pegas es el psicólogo, “que encuentra lagunas en mi vida”.
Sé muy poco de Patricia Heras, que vino de Madrid a estudiar Filología en la Universidad de Barcelona, que se licenció, y la descripción que de ella hace una de sus profesoras: “Era de una sensibilidad y una lucidez que pocos más tenían dentro del aula. Además de persona extremadamente educada, había leído muchísimo y se había dedicado a reflexionar sobre las constantes humanas con refinamiento espiritual y rigor intelectual”. Lo había dicho ella misma a la juez de instrucción y al fiscal: “No soy okupa, no soy punki y no soy una desarraigada”. Pero se olvidó de añadir, “me visto y peino como me sale de los ovarios”. Mejor no haberlo dicho, la hubieran acusado de desacato.
Siguió así, saliendo y entrando de prisión, hasta que una tarde de martes, en ese momento que hay que ir preparando los bártulos para volver a la cárcel, abrió el balcón y se tiró. Fue el 26 de abril, el miércoles hará seis meses. Dejó versos, porque ya no quedaba otra cosa que dejar. “Mi reino está inerme y envenenado como todo mi ser… Me sé vencida”. La madre de uno de los procesados, Mariana Huidobro, escribió una carta a los responsables de su muerte, políticos y jueces, que llevarán sobre su conciencia, dice ella, este crimen impune. “Patricia era un ángel que necesitaba sus alas para volar y ustedes se las cortaron”. La conciencia de toda esa gente pesa menos aún que los artículos de periódico que nunca salieron para homenajear a una poeta muerta, con final de perro abandonado.

Reflexiones De La Madre De Emanuel, El Chaval Ahorcado En Septiembre En La Cárcel Para Niños De Albaidel (Albacete):

"Cada vez que leo más y más comentarios sobre los sucesos ocurridos en el centro de menores de Albaidel, no puedo imaginar cómo pueden tener ese centro abierto. A mi hijo, Emanuel Gómez Patiño, según el personal del centro, se lo encontraron ahorcado en su habitación. Cuando nos dieron la noticia resulta que intentaron reanimarlo y llamaron al SAMUR y desde el hospital informaron que falleció ¿No puede ser más probable que según hay versiones de que técnicos y educadores sufren de depresiones, y al ver que mi hijo no dejaba de llorar, supuestamente, se les pasara la mano para hacerlo callar y supuestamente acabaran con su vida?
He leído un comentario donde dice que en este mismo centro ha habido abusos sexuales a chicos internados en Albaidel. A mi hijo intentaron violarlo, si no es que llegaran a violarlo de verdad, en otro comentario. Mi instinto maternal me dice que mi hijo no se quitó la vida, hablé con él un miércoles y el lunes con la carta emitida por mi abogado debería estar en La Cañada. También tenía una llamada guardada de las dos a las que tienen derecho que le dije que utilizara para llamar a su abuela a lo que me contestó que la tenía reservada para hablar con su hermano y sus sobrinos, también me dijo que lo llamáramos otro día a las dos, también me dio ese mismo día la dirección del centro para que le enviásemos fotos de sus sobrinos a lo que la madre le contestó: “cuando llegue la carta, cariño, ya estarás en La Cañada”.
Al decirme mi hijo que estaba castigado le dije “aguanta, cariño, aguanta y lee mucho, así se te pasa el tiempo, también le dije que me pasara con la monitora que estaba a su lado y le dije: “cuiden de mi niño por favor”, a lo que me contestó “no se preocupe, porque cuando los castigamos le quitamos los cordones y cinturones y además en el cuarto solo hay un colchón”. Que no, que no, que mi hijo no se ha quitado la vida, era un niño muy querido por todos, y tenía cantidad de amigos que le estaban esperando. Porque, aparte de que lo traían para La Cañada, le faltaban 10 o 12 días para salir de permiso. También lo estaba esperando su novia, que estaba deseando que saliera, porque ella no podía llamarlo al centro.
Aprovecho desde aquí, para darle mis mas profundas condolencias a toda madre que ha perdido un hijo, porque nadie puede saber el dolor que se siente. Como también se tiraron más de 4 meses, para que informaran a mi abogado, y con todo y eso, todavía le faltan pruebas. Y digo yo ¿Por qué se escudan en que la noticia no salió en ningún medio de comunicación porque era menor? ¿Acaso la niña Asunta, que en paz descanse, no era menor? ¿Y los niños de Córdoba, tampoco eran menores? Ahí hay algo que no me cuadra ¿Qué estarán escondiendo?
Nosotros somos de Puertollano (Ciudad Real), por eso le dije al abogado que me hiciera el escrito para traerlo cerca de nosotros, por vínculo familiar y así poder verlo todos los fines de semana, hablé con su señoría el juez de menores para que me explicara que podía hacer para traérmelo de ese centro, su señoría se portó muy amable y me dijo: “la que puede pedir el traslado para La Cañada, es su técnico de reforma” (CARMEN) que estando mi hijo en Albacete, lo torturaba psicológicamente, diciéndole: “tú no vas a salir de aquí y ni tu padre ni tu madre ni tu abogado van a sacarte de aquí,te vas a comer ahí los 6 meses”, y todo porque mi niño le dijo por teléfono, que su madre había cogido un abogado para sacarlo de allí, y a partir de ahí no hacía nada más que torturarlo por teléfono, hasta llegó mi hijo a decirme que no quería hablar con esa mujer, yo le dije que no le hiciera caso, mucho antes, tuve que hablar yo con ella por lo que me dijo su señoría, de que era la que podía pedir el traslado, puesto que por esas fechas estaban los abogados de vacaciones, entonces no me quedó otra que decirle a esa señora, que me hiciera el escrito porque así me lo dijo su señoría, a lo que esta señora… me contestó diciéndome que hiciera yo el escrito, además de dejarme por embustera, diciéndome que su señoría no era un juez sino una jueza, aparte de esto, quiero dejar constar, que si su señoría mandó a Albaidel a mi hijo fallecido, fue por orden de la junta que hicieron y en la que participó esta clase de señora, que sabiendo que allí no había módulo terapeútico, que era lo que necesitaba mi hijo, habiendo otros centros, como por ejemplo Guadalajara, me lo mandó al peor y más lejano. No puedo llegar a comprender cómo pueden contratar a personas, que no tienen ni puta idea de educar a nuestros menores que son el futuro del mañana ¡BASTA YA DE ABUSOS! Que para que esta persona esté detrás de un mostrador tocándose las narices, hay personas mucho mas cualificadas para que ocupen el lugar que está ocupando ella, que no se lo merece, por maltratar a mi hijo psicológicamente, y a saber a quién más. (Carmen, técnico de reforma de menores en la calle la paloma de Ciudad Real). Solo te deseo que pases el mismo dolor que estoy pasando yo, y que Dios te dé tu merecido."


Exigen responsabilidades por las agresiones en Zapadores tras la imputación de un policía:

La jueza mantiene la imputación de un policía tras la denuncia por agresiones interpuesta por un ciudadano origen argelino cuando se encontraba recluido en el Centro de Internamiento de Zapadores ( CIE de Valencia), mientras prosigue la investigación, se ha llamado a nuevos testigos, además de solicitar la identificación de las cámaras que grabaron los hechos.
Según informa la plataforma ' Cies No', un agente de policía declaró el pasado 11 de diciembre a petición del fiscal y la magistrada del juzgado de instrucción número 16 de Valenciaen calidad de imputado por la denuncia de agresiones interpuesta por Redouan Bader Din, de nacionalidad argelina, cuando se encontraba recluído en Zapadores el pasado mes de octubre por no tener documentación.
La jueza, que mantiene la imputación tras haber practicado diligencias de investigación, solicitó el pasado 20 de febrero que se cite a declarar como testigos a otros dos agentes, así como que se le faciliten los antecedentes del agente imputado y que se pidan a la Jefatura Superior de Policía las imágenes de las cámaras del pasillo de la planta baja del centro.